martes, 22 de junio de 2010

10. Cooperativa promueve la produccion ecologica


Tomada de la edición impresa del 17 de diciembre del 2009 El Telégrafo
En La Casa del Árbol se venden productos naturales y semielaborados que ofrecen los productores de la cooperativa Zapallo Verde.
Datos
Alrededor de 400 dólares semanales se generan en la cooperativa. El 20% del dinero se utiliza para cubrir gastos operativos y el 80% restante es para los productores.
Los agricultores son parte de la Feria Agroecológica Arte y Cultura, que se realiza en el parque La Carolina el tercer domingo de cada mes.
El 10 de diciembre pasado, alrededor de 1.000 comunidades que son parte de Slow Food festejaron el Día Terra Madre.
Infórmate +
La Casa del Árbol, donde se comercializan los productos de la cooperativa Zapallo Verde, está ubicada en las calles Lugo y Vizcaya (esquina) en el barrio La Floresta. Página de Internet: www.zapalloverde.com.
Para detalles de los convivum ingresar a www.slowfood.com.
Hay 50 clientes definidos que compran los productos sanos que ofrecen 15 agricultores.
Comprar y vender en La Casa del Árbol es menos común de lo que parece. Todos los miércoles, la pequeña vivienda ubicada en La Floresta, barrio central de Quito, recibe a compradores y productores de la cooperativa Zapallo Verde, que adquieren y ofrecen alimentos sanos (libres de químicos).
Quienes deciden comprar estos alimentos elaborados por los socios de la cooperativa no se quejan por el valor del producto, pues se trabaja con la política de precios justos.
Los clientes, mientras disfrutan de la música o de un bocadillo de la cafetería, conversan con los productores sobre la importancia de consumir alimentos agroecológicos. Rodeados de un ambiente familiar reciben su canasta llena de verduras y agradecen a los agricultores por el trabajo realizado.
La cooperativa Zapallo Verde es una iniciativa que surgió en abril de 2006 por la necesidad de un grupo de consumidores de acceder a alimentos orgánicos y de pequeños productores de tener un espacio para ofertar y dar a conocer los frutos de su trabajo.
Fernanda Menesses, socia de la cooperativa, explica que los objetivos de la organización son proteger el medio ambiente y promover la producción y el consumo de alimentos saludables que no destruyan la tierra. Además de concienciar a las personas sobre la importancia de comer sano y de conocer la procedencia y las condiciones de los alimentos que consumen.
El objetivo de la cooperativa es promover el consumo de alimentos sanos y el cuidado del medio ambiente
Cincuenta consumidores y quince productores (individuales o asociados) conforman actualmente la cooperativa.
El sistema de comercialización que se utiliza no es tradicional. La estrecha relación de reciprocidad entre los dos puntos de la cadena se ha convertido en el pilar de este proyecto.
“En la cooperativa los consumidores tienen la posibilidad de participar en las huertas, en las mingas o de visitar los cultivos y las cocinas de los productores para aprender e intercambiar conocimientos y así certificar la sana producción de los alimentos”, cuenta Menesses.
Así, los productores se benefician al tener personas que aprecian la calidad de sus productos y compran con regularidad.
La mayoría de agricultores tiene sus cultivos en las afueras de la ciudad. Ese es el caso de Karina Dammer, quien en su hacienda La Elvirita, ubicada en Tumbaco, produce hortalizas, lácteos, pollos y huevos.
“Regularmente tenemos 20 pedidos a la semana, lo que no significa un ingreso alto, pero no por ello deja de ser una opción interesante y diferente que permite -sobre todo- empezar una relación con el consumidor. Por eso le estamos apostando a la cooperativa porque estamos seguros de que puede crecer”, dice.
En Zapallo Verde se ofrecen productos perecibles y no perecibles. Para poder comprar los primeros (legumbres, hortalizas, pan, quinua, chocho, lácteos, endulzados de estevia, pollo, entre otros) se hacen los pedidos a través del sitio web de la cooperativa los domingos y lunes, para retirar los artículos los miércoles.
El día de la compra los consumidores deben llevar sus propias canastas, que deben ser reutilizables para evitar el desperdicio de envases y fundas plásticas.
En cambio, los productos no perecibles (mermeladas, barras energéticas, granola, café, encurtidos, conservas y otros) se encuentran en La Casa del Árbol y se los puede adquirir todos los miércoles.
Además, hay un detalle. Los consumidores que piden canastas de hortalizas y verduras no pueden escoger los productos, reciben lo que el productor ha cosechado durante esa semana.
“En la cooperativa no se busca únicamente comercializar los productos, la idea es rescatar las costumbres y tradiciones ancestrales que priman el cuidado de la tierra y la relación entre el hombre y el alimento”, resalta Menesses.
Por ejemplo, la productora Germania Jurado elabora guaguas de mote con verduras envueltas en hoja de col, tamales vegetarianos y de pollo. La materia prima que utiliza la compra a sus compañeros creando una dinámica de solidaridad en la cooperativa.
“El dinero circula entre los socios. Es un sistema solidario porque nos apoyamos, pues lo que producen mis compañeros: vegetales, cereales, lácteos... me permiten elaborar productos de buena calidad y totalmente agroecológicos”, explica.
Esta forma de trabajo le permitió a Menesses, junto al grupo Guardianes de Semillas, crear en 2008 el convivum Allpa Micuna y ser parte de la red internacional Slow Food, movimiento que promueve el consumo de alimentos sostenibles.

Link: www.ticsdemanabi.net

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