viernes, 25 de junio de 2010

30. Mas mujeres incursionan en el trabajo con la madera


Tomada de la edición impresa del 29 de marzo del 2010 El Telégrafo

En la actualidad hay 14 talleres artesanales de mujeres donde se elaboran varios productos de madera.

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Para adquirir los productos de la Asociación 4 de Marzo o conocer más sobre los proyectos comunitarios que funcionan en el sector comunicarse con Adriana Pinargote al celular 091887823 o al correo electrónico adri_pinar.velez@hotmail.com
En el recinto Simón Bolívar, de Quinindé, un grupo de féminas crearon una empresa comunitaria
Un grupo de mujeres descubrió en la madera la oportunidad de crear una empresa comunitaria que les permita ser parte activa de la economía de sus familias. El sueño que empezó hace seis años requirió de esfuerzo y entrega para convertirlo en realidad.

Ahora son dueñas de sus propios talleres y de una fábrica que produce cajas de madera que son utilizadas como empaques de chocolates.

Un plástico sostenido por cañas fueron los primeros talleres Artesanales Mujeres Comunitarias TAMCO donde las féminas de la comunidad La Sexta en el recinto Simón Bolívar de Quinindé, Esmeraldas, transformaban los desperdicios de madera en láminas.
“Tenemos nuestra fábrica, trabajamos por ella y aportamos con la economía de nuestra comunidad”
Este fue un proyecto impulsado por el Programa Bosques para Siempre de las empresas Endesa-Botrosa, con el fin de promover la creación de emprendimientos productivos comunitarios para mejorar la calidad de vida de las familias del sector.

Quienes forman parte del proyecto dedicaban su tiempo al hogar y era casi imposible acceder a fuentes de trabajo, algunas de ellas enfrentaron la oposición de sus esposos, pero sin dudarlo asumieron esta iniciativa.

“Fue importante el hecho de que se nos tome en cuenta como género, la mayoría de mis compañeras estuvo siempre al margen de la situación laboral, es por eso que para nosotras la alternativa de tener algo nuestro se convirtió en un reto”, manifiesta Adriana Pinargote.

En un inicio se unieron de tres a seis mujeres e instalaron pequeños talleres en la casa de la líder del grupo.

Recibían diariamente el material desechado que generan las empresas en sus procesos de producción y manualmente, con la ayuda de estilete y goma, elaboraban láminas que después eran vendidas a Botrosa a 37 centavos de dólar para la producción de tableros contrachapado.

Adriana recuerda que cuando comenzaron apenas elaboraban 10 láminas diarias que les representaba ingresos muy bajos. “Durante horas trabajábamos bajo el sol o la lluvia debajo de un plástico que apenas nos protegía y al mes la ganancia para cada una era muy baja. Estábamos desanimadas pero al mismo tiempo sentíamos que debíamos seguir”.

Ahora al recorrer las calles de la comunidad La Sexta entre las humildes casas de sus pobladores sobresalen pequeñas edificaciones de bloque cubiertas con zinc, donde las mujeres generan ingresos de 1.000 dólares mensuales, aproximadamente.

En la actualidad, TAMCO tiene 14 talleres. Sandra Laje, líder de uno de ellos, trabaja con su mamá y su hermana y gracias a que crearon formas para agilizarlo ahora elaboran 125 láminas diarias.

“No trabajamos todo el día. Nosotras mismo establecemos nuestro horario y eso nos permite atender a nuestras familias”, indica Laje.

Su madre Ilsa Murillo, de 53 años, pensó que a su edad era imposible conseguir empleo, ahora cuando habla de su taller lo define como un regalo que le permite sentirse útil y compartir con sus hijas.

“Nos sentimos orgullosas de lo que hemos logrado y ahora nos gustaría que con el tiempo se sumen más mujeres, porque ese es nuestro deseo, que nuestros talleres sean una fuente de trabajo para más mujeres de la comunidad”, dice Ilsa.

Sus ganas de seguir creciendo las motivó a aceptar otro reto. El Programa Bosques para Siempre, al ver su organización y cómo han crecido a raíz de la entrega gratuita de residuos de madera, ideó un nuevo proyecto para apoyarlas en la formación de una empresa comunitaria que aporte en la economía local.

Es así que hace 4 años, 50 mujeres se unieron y constituyeron la Asociación 4 de Marzo para ejecutar dicho proyecto. Cada una aportó 50 dólares y con un préstamo entregado por Botrosa adquirieron un terreno, donde con el apoyo de la misma empresa, la organización GTZ y la Corpei se concluyó la infraestructura.

Ahora disponen de la maquinaria necesaria y han recibido capacitación para trabajar con madera.

Las mujeres cumplen una función específica en la asociación, una parte se encarga de la producción, otra se dedica al área administrativa. Además, hay un grupo que se dedica a las ventas y al marketing.

La jefa de producción, Rocío Imbaquingo, insiste en que todas las integrantes deben aprender el proceso desde que llegan los tablones, listones y tableros.

Rocío es madre soltera de cuatro niños, trabaja de 08:00 a 11:00 en la fábrica, lo que le genera un ingreso aproximado de 200 dólares según los pedidos que reciban.

“Desde que inició la asociación yo me he sentido parte de ella y he trabajado con todas las ganas porque es algo mío y de todas, y de nosotras depende que siga creciendo”, agrega.

Ecuatoriana de Chocolates adquiere al año 5.000 cajas de madera que utiliza para exportar sus productos.

Cada caja se compra a 4,95 dólares. El 60% de los ingresos líquidos es usado en la producción y el 40% es destinado a capitalizar la asociación.

Para Carmen Cortez, la alegría más grande de formar parte de la asociación es que sus hijos estudian y que ella se ha s preparado gracias a las capacitaciones recibidas en los cursos de relaciones humanas, liderazgo, desarrollo personal, de género, administración, facturación y computación.

Varias veces al año la Asociación 4 de Marzo se reúne con organizaciones similares con la finalidad de incentivar un aprendizaje común y para compartir su experiencia como protagonista de un proceso productivo que contribuye diariamente con el desarrollo de sus familias y de la comunidad.

Link: www.ticsdemanabai.net

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