sábado, 26 de junio de 2010

42. Queseria genera trabajo para familias de comuna


Tomada de la edición impresa del 15 de marzo del 2010 El Telégrafo

En la planta se elaboran diversos tipos de queso, a más de yogur, crema de leche y mantequilla.

Datos
De las 85 familias que son parte de Pueblo Nuevo, 45 se benefician económicamente de la actividad productiva de la quesería.
La fábrica de la comunidad es parte del consorcio de lácteos Funcoquerucom, formado por productores de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Azuay, Cañar y Napo.

La Cooperativa de Ahorro y Crédito San Miguel de los Bancos fue creada por los habitantes de Pueblo Nuevo. La entidad ofrece seguro de desgravamen en los créditos, fondo mortuorio y protección en caso de accidentes personales.

Infórmate
El centro de comercialización comunitario, donde se venden los productos elaborados en la Quesería Pueblo Nuevo está ubicado en la carretera Calacalí-La Independencia en el cantón San Miguel de los Bancos.
Teléfono: (02) 3900602.
Los habitantes de Pueblo Nuevo basan su actividad productiva en empresas comunitarias.
Durante treinta años la producción de queso ha sido la fuente de ingreso de las familias de Pueblo Nuevo en el cantón San Miguel de los Bancos, en Pichincha.

La pequeña fábrica de quesos ha impulsado el desarrollo de esta zona y ha inyectado en sus pobladores el espíritu de progreso y emprendimiento que los incentiva a crear nuevas microempresas comunitarias.

Muy temprano el olor a leche fresca se percibe en los alrededores de Pueblo Nuevo, son los pequeños productores de la zona que en la mañana entregan a María Cargua el lácteo. De 500 a 3.000 litros al mes cada uno.

Ella, quien trabaja en la quesería desde hace siete años, cuenta que por cada litro de leche los socios reciben 0,35 centavos.

Con el apoyo de entidades suizas y la gestión de Mario Maldonado, presidente de la asociación de la zona, la quesería, que tiene once socios, emplea en la producción a seis familias y compra leche a 25 pequeños productores.

Además, esta “empresa comunitaria”, como la denominan los habitantes del lugar, beneficia a la población en general, porque sus ingresos contribuyen en el desarrollo de la educación.

“A través de la quesería se beneficia todo el pueblo, porque tenemos trabajo y la labor de cada uno genera ingresos que llegan a la comunidad. Eso nos hace sentir satisfechos”, dice Cargua, quien de 08:00 a 10:00 recoge el lácteo y en las tardes se dedica, junto con su esposo e hijo, a elaborar queso mozarella, trabajo por el cual recibe un pago extra.

La leche que recibe es llevada a la planta de producción, en el segundo piso de la fábrica, allí -según pedidos previos- se elaboran los diferentes tipos de queso: fresco, mozarella, andino y tilsit; yogur, crema de leche y mantequilla.

Vilma Ortiz, quien se encarga de la contabilidad, explica que la mayoría de productos se vende en el centro de comercialización comunitario, ubicado a un costado de la carretera Calacalí-La Independencia.

Este espacio fue creado por los propios socios con la colaboración del Consejo Provincial de Pichincha y la mano de obra de los pobladores.
Otra parte de la producción se vende en hosterías y restaurantes de Mindo.
Los ingresos por la venta de los productos se distribuyen entre la empresa, los trabajadores y obras sociales
De los ingresos que genera la venta de los productos, el 40% es destinado a fondos de capitalización, contribuciones para la escuela y obras públicas, un 30% es para los socios y con el porcentaje restante se compra la leche y se paga a los trabajadores, explica Maldonado.

Para Ortiz, el desarrollo de la fábrica se debe a la gestión permanente del presidente de la asociación, que ha generado -gracias al apoyo de los habitantes- un círculo productivo sustentable que involucra al pueblo y sobre todo a los estudiantes de la escuela Gabriela Mistral.

“Nuestros primeros y más exigentes degustadores son los niños de la escuela”, cuenta Maldonado. “Ellos conocen los secretos para producir el queso y pueden juzgar si está bien o mal hecho”, afirma.

Los menores adquirieron dichos conocimientos en su convivir constante con la quesería, pues las puertas de la planta siempre están abiertas para ellos, quienes observan atentos el proceso de elaboración y aprenden a ser parte del trabajo comunitario.

Muchos niños que ahora ya son jóvenes obtuvieron conocimiento de Marcial Ortiz Galárraga, quien aprendió las técnicas para procesar la leche y obtener queso maduro del suizo José Dubach, quien también enseñó esta actividad en Salinas de Guaranda.

Después de varios años de trabajar en la quesería, Galárraga lo dejó a causa de una enfermedad y únicamente se quedó su esposa Guillermina Palacios, de 63 años.

Ahora ella se encarga de vigilar el producto que está en el cuarto de maduración, antes se dedicaba al trabajo doméstico y al cuidado de animales. Desde hace 10 años forma parte de la quesería y diariamente disfruta de la labor que realiza.

El objetivo de Pueblo Nuevo es seguir creciendo y ser parte de esta experiencia comunitaria, que es generada a través de un emprendimiento participativo y sustentable que ha desarrollado en los pobladores nuevas ideas.

Actualmente, la comunidad tiene un orquideadero formado por once familias, quienes recolectan las orquídeas y las venden a Quito. Además, un grupo de pobladores se dedica a criar cerdos y quiere crear una pequeña fábrica de embutidos.

Para Maldonado, la población tiene los medios necesarios para que los nuevos proyectos surjan, pues solo bastan dos cosas: creer y querer. “Nosotros queremos que Pueblo Nuevo continúe con el proceso de desarrollo y creemos que cada uno de nosotros podemos contribuir de corazón para lograrlo”

Link: www.ticsdemanabi.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario